Unas imágenes para narrar que mientras que estoy haciendo esto, un fotógrafo acucioso ya debe tener la imagen de los camastros de Corferias en cenital, solo están llevando a los pacientes que no están contaminados, los que salen de una cirugía de apéndice, o los partos, a que se terminen de recuperar. Otro estaría dando cuenta de los médicos no patólogos, capacitándose para prestar el servicio en donde faltan los internistas y los terapeutas respiratorios, pueden ser otorrinos o pediatras, el personal prácticamente no alcanza.
La gente no terminará de creer lo que está pasando hasta no ver las evidencias.
Los encuadres de los noticieros se han convertido en imágenes de pasillos con poses para la televisión del paciente recuperado y del grupo de médicos “heroíquizados” que le han salvado la vida. Aprovechan y se acomodan hasta de a 10 personas para la foto, solo que no es el video de los 15 o del matrimonio, es para la televisión.
No sé cómo irán a pegar el video en la cartelera de Recursos Humanos. ¡Par Chinches!
Los periodistas presentando desde sus casas, han convertido el noticiero en un webinar, y la voz presidencial en un aló Presidente. Los personajes se ven achatados en pantalla, sin las luces del set y el maquillaje no son más que personas comunes esperando a terminar su “el periodista es usted” y salir corriendo a hacer la fila con distancia al mini mercado. Allí, el ciudadano más prominente de las últimas semanas, el tendero, el droguista, el panadero, el domiciliario, el que lo actualiza a uno sobre lo que ocurre en el vecindario.
Las gentes se ven deshilvanadas, descuidadas en su aspecto personal, acostumbradas ya al solitario ritual de verificar la terminación del número de cédula para ver si hoy sí le toca.
“Con el número impar no me dejan entrar al banco, pero sí al cajero”- papá me deja ver su suspicacia.
Y si fuera otro perfil de papá: “Los viejos somos más que mechas, somos Mayo del 68”. Tan proclives a revelarse. Televisión con rabieta.
Cotidianidad artesanal. Saludo casual con la familia entre comida y comida. “¿Cómo te va?”. “Bien”. “¿Si funcionó el computador?”. “Ahí voy”.
Mesa de juegos. 2020.
Por Lucy Galvis para Subterránica (No publicado).
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