Original con adendos, 20 de Agosto de 2010.
Siguiendo con la propuesta de trabajar en torno al concepto de autonomía, fundamental para la construcción de las naciones, un pueblo puede exigir soberanía cuando sus ciudadanos decididamente tienen el control de sus propios proyectos de vida, se me ocurre importante reconocer en nosotros mismos en dónde nos encontramos con relación a las competencias necesarias para sabernos realmente dueños de nuestras propias vidas. Destrezas y habilidades, que por demás, son posibles de aprender.
Este es mi ejercicio, la idea es que a partir de pequeños talleres como éste, que podamos desarrollar con niños y jóvenes, o por cuenta propia, construyamos herramientas en colectivo que nos permitan establecer que atributos son necesarios de implementar para ser más competentes en la vida profesional, comunitaria y familiar. Agradezco a la EAN - Escuela de Administración de Negocios - por facilitarme un material de base muy importante para el desarrollo de éstos contenidos.
Siempre he contado con una muy buena actitud hacia el aprendizaje porque vengo con la dinámica de las artes en donde no es suficiente con repetir un proceso sino que la disciplina misma exige estar buscando nuevas propuestas, enfoques y soluciones. El perfil del creativo es el del innovador, aunque con dificultades para seguir instrucciones tan diversas como la operación de un tipo de software (no entiendo la lógica del Excel, por ejemplo), o una simple receta de cocina. Claro que siempre es posible que el problema sea no tener a mano los implementos necesarios para contar las cucharaditas o los gramos de lo que sea.
Definitivamente me es imposible seguir una dieta, enloquecería contando calorías. Cómo lo hacen?
Hay una reflexión que me he hecho sobre mi método de trabajo, pienso que funciona mejor distribuyendo el objetivo, o en tareas, o por proyectos, más que respetando, por ejemplo, un horario, aunque me ha tocado aprender a asumirlo porque el resto de la humanidad funciona por jornadas laborales independientemente de la efectividad de la acción. A veces pienso que a la gente le pagan por hacer presencia física puntual en la oficina, más que por sus resultados. El mundo está organizado por cuotas, debe entrar un monto mensual para pagar los servicios públicos, salud, pensión, educación ... exigen ese flujo de caja mensual para garantizar el pago de un crédito. Como artista no he podido solucionar ese asunto, los ingresos no son fijos, con algo de constancia a veces recupero meses de esfuerzo.
Siendo así, soy bastante organizada en mi trabajo, lo primero que defino es la fecha límite. Luego determino los recursos necesarios y reviso mi agenda. Si no hay recursos disponibles, no se hace. Muchas veces debo priorizar actividades y negociar tiempos de entrega, cuando es posible. Pero soy malísima para cumplir citas, menos aún si no son prioritarias.
No todos mis tiempos son iguales porque el proceso creativo no es lineal. Es imposible pretender que un creativo active un switche a las 8:00 a.m. y ya con eso resulte con la idea más genial, más loca o más innovadora. Uno no es creativo de 8:00 a 5:00. A veces la mejor idea llega a las 3:00 de la mañana y uno tiene que levantarse a trabajar. Y eso que yo estoy en el punto medio entre la gente netamente creativa y la gente normal … y no es sencillo organizar a un grupo de creativos para trabajar en equipo, incluso manejar las propias pulsiones es complejo, yo no puedo evitar soñar despierta, u obsesionarme con un proyecto 3 o 4 días sin dormir hasta terminarlo. Y lo creativo está muy ligado con lo emocional, para mí es muy importante encontrar el enfoque apropiado para asumir los contenidos nuevos, sobre todo si son tediosos y la mejor manera está en encontrar lo original o lo auténtico en aprender sobre “mecánica de fluídos”, por decir cualquier cosa. Si me interesa, usted obtiene su producto con las características, costos y en los tiempos que necesita. Jamás haría una tarea por obligación o por dinero. Emocionalmente no lo tolero. Y aunque parezca contradictorio, he llegado a la conclusión que un creativo no es flexible, sino más bien terco, de otro modo nadie explicaría por qué una persona insiste en seguir un sueño, una idea, o un presentimiento con todo en contra.
En conclusión, organizar el tiempo de estudio es improbable, respetar la programación, imposible! Y dígame, desde cuando un creativo ha hecho concesiones con lo establecido?
Este es solo el inicio, hagan la tarea y comparamos, cuáles de éstas características representan el ser colombianos (o argentinos, o estadounidenses, o ingleses) y qué de lo que somos nos hace únicos e irrepetibles, hasta la próxima entrada. Arte Político Decorativo http://esferapublica.org/nfblog/?p=10960 Un artículo de Victor Albarracín Llanos para el blog Esfera Pública.
Comments