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Realización Personal y Armonía Organizacional

Original de Jueves, 28 de abril de 2011.



"mi familia" by Yolanda Arango is licensed under CC BY-SA 2.0

Para mí es muy importante la familia como parte de mi realización personal. Llevo muchos años trabajando en mi oficina en casa porque aunque tiene varias limitaciones me permite acompañar a mis hijos en su crecimiento. Incluso ajusté mi proyecto empresarial a las necesidades de mis hijos, cada situación que encuentro con ellos es la oportunidad para desarrollar productos, servicios y proyectos que faciliten la vida de otros padres y preferencialmente de otros hijos. Encuentro muchos niños y jóvenes creciendo solos, en una sociedad en la que las políticas los ven o como ciudadanitos al margen de la ley o personitas en riesgo a quienes hay que aplicarles o medidas coercitivas o acciones asistencialistas.


Pocas políticas abren espacios reales para su desarrollo integral, lugares sanos para el encuentro con otros jóvenes o para la interlocución con diferentes adultos. La sociedad adulta no comprende a las tribus urbanas, las beneficencias de jóvenes nunca están allí en los momentos en los que los jóvenes deben tomar decisiones difíciles o éticamente cuestionables. Los padres están tan ocupados con los problemas cotidianos que muchas veces olvidan que los muchachos necesitan apoyo, acompañamiento, una charla cordial sin prejuicios. Establecen muros de contención y se esconden detrás de búnkeres mentales para no hablar de temas tabú. Todos los días crecen los embarazos en adolescentes, la tasa de suicidios, el consumo de sustancias psicoactivas. Colegios y universidades están convertidos en campos de batalla, las vías, los parques y el amoblamiento urbano aún no corresponden a las necesidades de los niños y jóvenes.


La situación en los hogares tampoco mejora, la violencia intrafamiliar, física y psicológica, las discusiones con los padres y la incomprensión total hacen que o los jóvenes literalmente desaparezcan de sus casas refugiándose en grupos o pandillas que no siempre aportan los mejores ejemplos o terminan encerrados en sus habitaciones pegados a un nintendo wii. La violencia en las calles hace que cada vez los niños tengan menos espacios para jugar y las limitaciones de los padres para acceder a servicios básicos hacen que existan todavía muchos niños y jóvenes creciendo en condiciones de alta vulnerabilidad, sin servicios adecuados de sanidad, salud y nutrición, desescolarizados o terminen abandonando su niñez prematuramente para trabajar y así contribuir con el ingreso familiar.


Pienso que padres y maestros necesitan políticas de rescate que valoren sus esfuerzos, que los capaciten para hacer frente a las necesidades de nuestros niños en un mundo globalizado y mediático, un esfuerzo porque el trabajo de formación sea más colectivo en donde cada adulto desde el lugar en el que se encuentre esté presto a escuchar a los muchachos y una responsabilidad no solo del estado, o de las comunidades educativas hacia la crianza de los jóvenes sin hogar o sin familia que no encuentran dolientes que respondan por sus necesidades y derechos.


Los niños merecen buen trato y la posibilidad de crecer felices y en paz; los adolescentes están pidiendo a gritos una educación para la vida y de calidad acorde con los requerimientos del mundo moderno; los jóvenes necesitan empleos no solo bien remunerados, sino puestos de trabajo que les permitan el desarrollo de todo su potencial y la construcción de su proyecto de vida.


Hay que creer en el talento joven facilitándoles y dándoles la oportunidad de crear empresa, hay aún limitaciones en acompañamiento, formación y acceso a capital semilla. Los jóvenes y sus familias necesitan acceso al sistema financiero en condiciones justas, accesibles a la capacidad de cada uno. Requieren de sus propios espacios, en donde puedan estudiar, trabajar y habitar. Muchos jóvenes llegan a las grandes ciudades a estudiar, se necesita garantizar la movilidad con seguridad de los estudiantes, la comunicación con sus familias lejos de casa, su ubicación en los nuevos contextos educativos, dinero para el transporte público, para la alimentación, para la adquisición de textos escolares y computadores.


Necesitan espacios para el esparcimiento y el uso adecuado de los tiempos de ocio y tiempo libre. Los adultos debemos fortalecer las organizaciones de jóvenes, el desarrollo de talentos, garantizar la movilidad de los jóvenes que siguen a sus equipos de fútbol favoritos o a sus grupos musicales por todo el territorio nacional. Los padres requerimos de actividades organizadas de turismo juvenil, de la adecuación de servicios óptimos para que nuestros hijos asistan a los conciertos en otras ciudades con seguridad y a precios razonables. Los jóvenes deben saber que los papás nos quedamos pegados al techo cada vez que viajan, que nos preocupamos porque tengan la acomodación adecuada, que necesitamos que llamen y avisen en dónde y cómo se encuentran y rogamos al cielo porque no se metan en problemas en el trayecto. Todos los esperamos sanos y salvos de regreso en casa.


Los abuelitos están creciendo solos, como poseedores de una sabiduría que dan los años requieren de nietos que les escuchen sus historias. Los niños con discapacidad requieren del fortalecimiento de lugares y actividades adecuados para su desarrollo. Padres y maestros deben aprender a trabajar en equipo y las organizaciones del estado y de la sociedad civil deben organizar espacios adecuados para el reencuentro de las familias.

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