Por Lucy Galvis para Hay Un Lugar.
La primera vez que hice un video estaba en la universidad, teníamos que adaptar un texto de Samuel Beckett, la historia de O, todos los grupos tenían el mismo texto. No hicimos ningún guión, fuimos directo a grabar línea por línea del texto basándonos en un story improvisado, mientras que escuchábamos música. Una de mis compañeras trajo a colación dos músicos nuevos, eran los 90’s, yo recién había regresado a la universidad, tuve que retirarme para cuidar a mi primer hijo, hacía tiempo no salía, estaba desinformada de lo que ocurría incluso en la radio, aunque ya para entonces la radio no influenciaba el gusto como lo hizo en los 80’s en Bogotá. Una de las cantantes era Britney Spears, su primer LP, sonaba bien, pero nada me impactó tanto como el otro grupo en mención, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Sonaba la escena en español, no acababan de programar el Concierto de Conciertos, al que entramos como horda porque tiraron la barda, y ya para todos estaba establecido el Rock en tu idioma, una estrategia comercial que servía para posicionar las nuevas bandas de rock, tanto las locales como las argentinas, mejicanas y españolas.
Estuvimos dando vueltas en el carro, encontrando el mejor lugar para grabar nuestro video. Hice algunas tomas de la llovizna sobre el panorámico del automotor bajo la luz de la noche capitalina, sonando de fondo Hijo de la Luna de Mecano. Y ahí sí fue, enamoramiento a primera vista, o mejor, a primera escucha, sonaba, “cómo te atreves a vestirte de esa forma y salir así…”. Algo ocurría con la música en la época, realmente la sentía personal, esas letras hablaban de la actitud de toda una generación de jóvenes que pretendíamos cambiar el modo de ser joven en el país. Nuestros abuelos y padres eran bastante chapados a la antigua, siendo clases medias, con nuestras familias provenientes del campo, no era usual que la juventud saliera a bailar con los amigos, y por supuesto, todos los días había discusión en la familia con respecto a la manera de vestir.
La primera vez que hice un video estaba en la universidad, teníamos que adaptar un texto de Samuel Beckett, la historia de O, todos los grupos tenían el mismo texto. No hicimos ningún guión, fuimos directo a grabar línea por línea del texto basándonos en un story improvisado, mientras que escuchábamos música. Una de mis compañeras trajo a colación dos músicos nuevos, eran los 90’s, yo recién había regresado a la universidad, tuve que retirarme para cuidar a mi primer hijo, hacía tiempo no salía, estaba desinformada de lo que ocurría incluso en la radio, aunque ya para entonces la radio no influenciaba el gusto como lo hizo en los 80’s en Bogotá. Una de las cantantes era Britney Spears, su primer LP, sonaba bien, pero nada me impactó tanto como el otro grupo en mención, La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Sonaba la escena en español, no acababan de programar el Concierto de Conciertos, al que entramos como horda porque tiraron la barda, y ya para todos estaba establecido el Rock en tu idioma, una estrategia comercial que servía para posicionar las nuevas bandas de rock, tanto las locales como las argentinas, mejicanas y españolas.
Estuvimos dando vueltas en el carro, encontrando el mejor lugar para grabar nuestro video. Hice algunas tomas de la llovizna sobre el panorámico del automotor bajo la luz de la noche capitalina, sonando de fondo Hijo de la Luna de Mecano. Y ahí sí fue, enamoramiento a primera vista, o mejor, a primera escucha, sonaba, “cómo te atreves a vestirte de esa forma y salir así…”. Algo ocurría con la música en la época, realmente la sentía personal, esas letras hablaban de la actitud de toda una generación de jóvenes que pretendíamos cambiar el modo de ser joven en el país. Nuestros abuelos y padres eran bastante chapados a la antigua, siendo clases medias, con nuestras familias provenientes del campo, no era usual que la juventud saliera a bailar con los amigos, y por supuesto, todos los días había discusión en la familia con respecto a la manera de vestir.
Pasado el tiempo, ya estábamos produciendo nuestro programa en la tele, de nuevo escucho al grupo, internet facilita encontrar y escuchar canciones que hace tiempo no se ponían, no es que siendo jóvenes tuviéramos tanto dinero para estar comprando toda la música que salía al mercado y que nos gustara. Y esta vez sí tuve oportunidad de escuchar a esta gran banda,
cada video reafirma por qué es una de las bandas más grandes de Méjico. Sus integrantes crecieron en un barrio humilde del DF, con tendederos de ropa que se cruzan de casa a casa. En la vecindad se cuentan historias, los abuelos cuentan historias que pasan de generación a generación por tradición oral.
Ahí en ese lugar, la gente se queja de ser los últimos en la fila, los Pata de Perros, allí se escuchaba Kalimán en la radio, y llegaban las informaciones de la gente que se había ido para los Estados Unidos. Es ese imaginario el que nutre las canciones de la banda que a ritmo desaforado, tal y como la velocidad de las calles de esta ciudad, van narrando las situaciones de sus habitantes. Son canciones tipo crónica de ciudad, que recogen estas diferentes miradas de lo que todos sabemos es Méjico pero en versión joven.
Fue escuchar a la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio lo que me hizo cambiar de opinión en lo concerniente a mi producción de imágenes, lejos está el proyecto universitario, ahora desarrollo propuesta en torno a la música y a la ciudad, dos temas que ahora sabemos nos apasionan y que compartimos con los muchachos de la banda.
Ya metida en el rollo musical, Rocco, voz líder, y Sax, saxo, cuentan cómo con los otros muchachos del barrio estuvieron participando en prestar los primeros auxilios durante el Terremoto de Méjico. Encuentran en internet un documental precisamente sobre el tema, y es que en algo estamos de acuerdo todas las personas que formamos parte del sector rock es de nuestra consciencia, y trabajo para motivar procesos de desarrollo comunitario, no es suficiente con ser excelentes músicos, parte del valor que la gente, su público, les da tiene que ver con ser buenos humanos.
La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio estuvieron haciendo covers de Juan Gabriel, como muestra de respeto al gusto musical de las madres, y es que como casi todas las bandas de rock latinoamericano, ésta crece con su público, seremos Pata de Perro, Agachados y Solines hasta que seamos viejos, traeremos a nuestros hijos y nietos también, porque como dice Duván Zapata en Pachuco, somos un pueblo.
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