Por LucyGalvis para Hay Un Lugar.
“En realidad nos divertimos mucho”. Hay varios aspectos por los cuales tanto el Ejército como la Policía se han acercado a los hechos culturales. Ésta fue nuestra propuesta, basada en la idea de inventar un taller de apreciación artística. Hay que probarlo con autores internacionales como Hitchcock, como nacionales. Un ejemplo simple, en la película María Cano los personajes que viven en un municipio del país, se alejan de la ventana o se esconden detrás de la pared para no ser vistos por los matones que acechan el pueblo, la historia transcurre en los años 50’s y tenemos un municipio alejado del centro, sin luz eléctrica porque en la época todo era a vela, y con miedo por no poder comunicar por auxilio. Es una época en la que todo se oculta, la información se esconde, la gente habla bajito y con cautela, y sale de escena con el delincuente a sus espaldas haciendo gestos a las personas que vienen que ahí está el individuo. También es un tiempo en el que las personas presentan un fino humor, lleno de cinismo, rico en dobles sentidos sobre la realidad del país.
En otra oportunidad observábamos los rasgos de la ciudad, como la organización de algunos barrios compuestos por diagonales y transversales facilitaban la huida de los individuos. Recientemente, como los hackers mediante la programación de un computador son capaces de bloquear un semáforo y por tanto la vía pública.
Temas de materiales con los que se construyen las edificaciones y épocas probables a las que corresponden, modificaciones raras en las construcciones como la de una casa de una planta sobre la Avenida Caracas, casi llegando a los Héroes en Bogotá, que tiene una antena parabólica gigante y una Virgen en la fachada, se trata de una casa incautada al narcotráfico y que probablemente siga allí, luego de que le retiren los cables de telecomunicaciones satelitales y que dan cuenta de toda una época.
Historias de Vírgenes, la del Carmen, la de las Mercedes, la Auxiliadora y todo el contexto que las envuelve.
Historias de traiciones, afectos y desafectos, celos y envidias como las de las telenovelas.
Costumbres a la hora de enterrar a los muertos y muchas otras cosas que en múltiples ocasiones encontramos en los relatos literarios, en las pinturas y esculturas, en la letra de las canciones populares, y demás.
Pero hay otra razón por la que el ejército y la Policía se encuentran con las artes, la creatividad y las humanidades, y es la necesidad de trabajar con la gente, entender sus procesos, sus necesidades, poder colaborar en los procesos colectivos y acompañar incluso el crecimiento de niños y jóvenes como lo hace la Policía de Protección al menor.
La Policía, quienes más se acercan al ciudadano, tienen incluso una emisora de radio nacional, una propuesta ética, de contenidos ciudadanos, un punto de vista sobre el periodismo. Me parece que son organizaciones bien asertivas que están siempre al tanto de comunicarse mejor con la ciudadanía y prestar el mejor servicio.
Yo estuve un tiempo, más bien corto, trabajando con las bandas de rock, y estoy profundamente agradecida por el apoyo que recibimos, sé que hacen un buen trabajo con los jóvenes.
Me han dicho que tanto Ejército como Policía están necesitando más mujeres en el servicio, quienes estén interesadas pueden presentarse en las oficinas de reclutamiento en todo el país, porque trabajando jóvenes, hubo un atraco en la casa de una madre comunitaria, atendieron el caso y luego los agentes no supieron qué hacer con los niños, ellos piensan que se requiere para el tema de Protección al Menor, una mirada más femenina del problema y que aporte nuevas soluciones a los problemas de las comunidades.
La Policía de Prevención al Menor ha estado colaborando en todos los ámbitos de participación juvenil como son las actividades de los graffiteros en la ciudad. “Cualquier proceso creativo que vaya a realizar en el espacio público, cuente con la Policía Nacional y el Ejército Colombiano, con gusto los acompañamos”. “Y seguimos aprendiendo”.
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